"Lautaro fue un genio espontáneamente creador, dotado de una poderosa imaginación militar..." (Encina)

Deseoso de dar un escarmiento militar a los indios y restablecer el fuerte de Tucapel, Pedro de Valdivia reúne a un grupo de hombres que, en avance de reconquista, encamina sus pasos hacia la cordillera de Nahuelbuta. Corría el año 1553, cuando de entre las ruinas del destruido bastión español se desarrolló la batalla en la que el Cacique haría despliegue de su avezada e inteligente estratagema militar, atacando ordenadamente algunos de sus escuadrones; en tanto los restantes, que constituían la retaguardia, tomaban fuerzas para reiniciar la lucha y así, hasta vencer a los españoles.