"Convocó con éxito un parlamento en Negrete, donde se autorizó el tránsito de los españoles en las cuatro Butalmapus, sin necesidad de licencia de los caciques, la paz entre pehuenches y huilliches, y el restablecimiento del comercio entre europeos e indígenas; sin más formalidades que el reglamento estatuido por el propio presidente..." (Castedo)

Se refiere el historiador, a don Ambrosio O'Higgins, cuya gestión destaca por el fomento de las obras públicas, como también por haber logrado el entendimiento con los indígenas, logrado gracias a su experiencia sobre la psicología mapuche.

En el Parlamento de Negrete se inicia el diálogo que permite restablecer la armonía con los indígenas, así como liberar los caminos de tránsito.