La Plaza de la Independencia es fruto de la inspiración y al arte del distinguido ingeniero don Pascual Binimelis y Campos. Así fue como en este sector urbano se inicia la vida cultural e intelectual de la ciudad.

Las diferentes semblanzas que de Concepción hicieron numeroso viajeros de la época, coinciden en describirla como una ciudad con abolengo y señoría, incluso suntuosa, dentro de su ambiente provinciano. Hoy sólo queda la antigua nostalgia de aquellos años perdidos.